Y aquí comparto el collar que dándole las gracias le dejo...
Y es que tan sano había regresado al Perú de donde era...que la gente asombrada de verle tan recuperado de su afección (había llegado a Catamarca en una camilla portada por sus servidores) se maravillaban a su paso...
pero aun le faltaba ablandar su corazón ya que su soberbia era tan grande que les dijo así...
-Tan bien: ¡con el collar que le di!...
a lo que la Virgen respondió envolviéndole de nuevo su cadena y la enfermedad de la que había sanado.
Cadena que encontró en su mesita de luz al día siguiente de haber dicho eso.
Arrepentido, y sin saber si el milagro iba a volver a suceder...viajo de nuevo en andas de sus sirvientes y en su camilla hasta San Fernando del Valle de Catamarca, para pedirle nuevamente por su salud... y esta vez, si agradeció a la Patrona del Valle (sin jactarse de lo que le había dejado por ofrenda) a la Piadosa que viéndole arrepentido de su orgullo hizo le de nuevo el milagro de curarlo.
Cuantas veces nos olvidamos de agradecer por tanto que tenemos.
Gracias madre Mía por los inmensos favores recibidos.
Te pido por los míos y por el mundo entero. Amen
