miércoles, 20 de febrero de 2008

Flor de Milagros de la Virgen del Valle


Flor de Milagros de la Virgen del Valle fue escrito por Josefina del Valle Berrondo Arguelles.
Esta magnifica y quizas ¿olvidada? poeta que alabo Federico Garcia Lorca, como mujer cuyos bellos ojos son como los de una gacela me complace intimamente poder de alguna manera rescatarla de este modo y hacerla conocer por todos en esta bendita web que nos permite, mostrar la belleza de este espiritu catamarqueño. Vaya mi agradecimiento a su hija Gumila Berondo( se escribio asi... y asi lo dejare... pues bien leido significa ver profundo... ver en las profundidades del alma!) Berrondo de Acosta. ¡ Gracias pues !: por permitirme este placer.
Y a todos los que lean estos versos. Que los disfruten... es otra bella manera de rezar... ¿no?





















Flor de Milagros de la Virgen del Valle

Romanceados por Josefina Berrondo Arguelles
Catamarca, MCMXLI Año L de la Coronación






En cada umbral de la ciudad que un día supo broqueles del arcángel, posa tu piedad, oh Graciosa, como la lluvia en tierra labrantía.

El Sacristán de la Virgen ( Siglo XVII )

“Y no olvidéis la hospitalidad, porque por esta algunos sin saberlo hospedaron ángeles” .Epístola de San Pablo a los Hebreos XIII-2.



















I
En Choya bajo la Virgen,
El sol moro sus mejillas,
El cielo le dio su manto,
Su dulcedumbre la urpila.

Entre piedras y cardones
Tembló su tierna pupila,
Como una luna distante
Sobre el Valle suspendida
.




















Nadie sabe que llego
Más todos sienten estigmas
Como puñales de gracia
En sus desoladas vidas.

Don Manuel de Salazar,
Hombre de Juan de Medina,
Va por el Valle, velando
Sus ovejas de Castilla,
Cuando, punzante le acosa
En su costado la herida.

Como una aurora sangraba,
Sangraba y no le dolía,
Como no duele a la piedra
El rio que se desliza.





















II

Si en Choya bajo la Virgen
Y en Choya la adoran ya,
Entre espantos de la piedra
A Choya va Salazar
.




















Como si fuera su esposa
Prodiga, en la soledad
La quita de sus abrojos,
A casa la ira a llevar.




Entre sus brazos la lleva
Para más seguridad,
Bajo un cielo de roció
Que llora en el vendaval
Un llanto triste de niño.

Va el camino Salazar
Tan ligero como un pájaro,
Envuelto todo en piedad.
El la acogerá en su casa,
El por Ella velara,
Que velando el por Ella
Ella le traerá la paz.



La siguen callados indios
Con rencor de pedregal,
Pero el escucha en su alma
Latidos de eternidad.

En su casona de quincha
-mayordomo y principal-
Sobre un madero la posa,
Dos cirios la alumbraran.

Cuando se digan sus loores
Será todo claridad.


Dios Mio: "EL TIEMPO ES EL CORAZON"
UN corazon nunca es una reliquia... siempre es un corazon.
El Derecho Humano mas elemental: ¡Descansar en Paz!

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